martes, 24 de abril de 2012

PERFIL DE MARTA CECILIA CARDONA: (Líder Comunitaria)


“El trabajo comunitario tiene sus muchas ventajas. Yo por ejemplo inicié muy joven, recién egresada de la universidad.  Promovía reuniones de interés para las personas sobre los más diversos temas por ejemplo de planificación familiar  y así.  De paso, porque uno tampoco puede ser pendejo y eso tampoco está mal, se hace uno de una cantidad de votantes detrás de los que cualquier político le ayude a uno a conseguir empleo que usted sabe lo verraco que es eso; así fue como me coloqué con el gobierno (…) ¡Acordate querida del asunto de la confidencialidad! (Que yo te digo la verdad para colaborarte con tu tarea y pa que aprendas a vivir porque uno a tu edad no sabe dónde está parado, mejor dicho, simplemente cámbiame el nombre que al fin y al cabo lo que te digo es la historia de la mayoría de los funcionarios públicos que todo el mundo la sabe pero todos se hacen los mojigatos) Bueno, como te venía diciendo, trabajar con el gobierno es muy bueno en unos aspectos pero en otros…, por ejemplo mi cargo era de libre nombramiento y remoción, eso mija quiere decir que el que gana las elecciones trae su combo y uno sale volando como volador sin palo si el que ganó no es el que le consiguió el puesto a uno, por eso es que uno no puede descuidar el trabajo comunitario para poder mantener los votos y lo bueno es que cuando uno ya se ha enrolado con un grupo político, ellos tienen acceso al presupuesto y entonces hacen canchas y cositas para que las personas vean las ventajas de votar por ellos así que todos de alguna manera se benefician, porque tampoco es que se van a ir a hacer canchas donde hay dos votantes así que mantener cautivas a todas estas personas es de verdad un trabajo no vaya usted a creer.  De todas formas, el final de la película es que por lo regular estos cargos son comida pa hoy y hambre pa mañana por lo que uno no puede dormirse en los laureles.”
“Tuve muchos pretendientes, ¡pero yo no fui pendeja! Eso de casarse disque por amor sabiendo que, como decía mi abuela, cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana…Amor con hambre no dura mija esas son carajadas.  A quien escogería usted de entre un pendejo que el día del amor y la amistad le regala una flor y una chocolatina y otro que le regala una pulsera de diamantes.  La bonitura mija tampoco dura, que le parece a la vuelta de los años uno casado con un viejo calvo, barrigón y ¡POBRE!”
EL MATRIMONIO:
“Me casé con un viejo convencida que estaba forrado en plata, imagínese que ya tenía hijos grandes y a todos les había regalado apartamento, carro, carrera universitaria, era un buen partido.  Con tan mala suerte que este viejo desgraciado estaba prácticamente arruinado y pa acabar de ajustar, los hijos me detestan y me tachan de  arribista, ¡ATREVIDOS! Cuando agradecidos deberían estar que una mujer como yo se hubiera casado con un viejo como su papá.  Pero bueno, tampoco me quejo, no me ha ido del todo mal.”
Marta Cecilia Cardona vive en su casa del barrio Laureles avaluada en más de 600 millones de pesos, pasea en su camioneta Fortuner último modelo y en las vacaciones viaja a una de sus varias cabañas ubicadas en prestigiosos lugares de las costas Colombianas. Aunque ahora mismo, “la cosa está mala” y se la están comiendo los impuestos y los servicios públicos, dice que la ropa sucia se lava en casa, eso a nadie le interesa y como “al caído cáele hay aparentar que uno está bien”.
Es cierto que existen dos fierros viejos que fueron unas porterías de futbol en otro tiempo, medio derrumbadas sobre una polvareda que debió ser la “Cancha”.  En la memoria de los vecinos queda el recuerdo  de una vieja aprovechada de la que no saben que fue de ella ni lo quieren saber.
El presidente de la acción comunal del barrio, dice no conocerla personalmente porque eso fue en otro tiempo pero hasta él han llegado las referencias que coinciden con las del resto de los vecinos.
Cuénteme, ¿volvería usted al “Trabajo Comunitario”? “Uno no puede decir de esa agua no bebo, pero lo cierto es que la mayoría de esas viejas son unas malagradecidas, ni me saludan, si te he visto no me acuerdo, después que a varias les ayudé a matricular los hijos y hasta algunos empleos les conseguí, pero bueno, tampoco me puedo quejar, ahí vamos,  ¡la vida es una lucha!”
Si pudiera volver atrás en el tiempo ¿Cambiaría algo de lo que hizo? “Claro que sí, ¡me aseguraría de escoger el viejo correcto!”.

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